Cada vez que hacemos
uso del cuarto de baño condenamos una media de
10-20 litros de agua, en la mayoría de los casos potable, a
convertirse en agua residual negra que podría llegar a constituir
un problema medio ambiental serio, no sólo por el hecho de
verter estas La escasez de recursos
hídricos naturales en zonas áridas y semiáridas
constituye un problema, a veces dramático, para la población
asentada en ellas. Es el caso de las regiones mediterráneas
con la creciente acumulación de población, que unida
a una escasa pluviometría y a unos limitados recursos superficiales,
están llevando al agotamiento de los recursos subterráneos.
En este contexto, la reutilización de las aguas residuales
urbanas se perfila como una fuente adicional de agua, merecedora de
ser tenida en cuenta en la gestión global de los recursos Estas aguas residuales, producidas en la vida diaria, deben ser transportadas y tratadas adecuadamente. Se necesita de una infraestructura compuesta de alcantarillas y colectores, y de unas depuradoras que posibiliten la devolución del agua al medio ambiente en condiciones compatibles con él. Estas instalaciones suelen estar formadas por una sucesión de procesos físico-químicos y biológicos que permiten hacer una depuración integral de las aguas en las mejores condiciones técnicas y económicas posibles. Junto a esta medida de reutilización de las aguas residuales existen otras ya tradicionales como los trasvases desde cuencas excedentarias, la construcción de embalses para regular recursos superficiales y otras medidas más innovadoras y costosas, como la desalación de agua de mar. |