La belleza, la suave textura de la seda y fundamentalmente su fabricación ha sido origen de secreto profesional. El hilo de seda lo produce un pequeño animal, con una interesante metamorfosis que ha sido, desde tiempo inmemorial, animal de compañía de pequeños escolares y fuente para el estudio de su evolución biológica. Éste es el gusano de seda, animal bastante beneficioso para el hombre con cuerpo blando y alargado. En su corta vida, pasa por tres etapas morfológicas distintas: las larvas, las ninfas y las mariposas. De los huevos nacen las larvas, que son como minúsculos gusanitos ( menos de 1 mm.) con un cuerno anal corto. Después de haber salido del huevo, las larvas crecen, llegando a medir 4 o 5 cm.
Los gusanos de seda se han domesticado tanto, que ya no pueden sobrevivir independientemente en la naturaleza, especialmente desde que perdieron la habilidad de volar. La morera es la planta que les proporciona el alimento durante su corta vida y les aporta el almidón suficiente para confeccionar el hilo de seda. El hilo se seda lo utilizan los gusanos
para hacer sus capullos. Cada capullo tiene aproximadamente 914 metros
de hilo. Esta seda es aprovechada por el hombre para hacer tejidos muy
apreciados. Para recolectar la seda, los hombres hierven los capullos
durante cinco minutos. Se sacan del agua y se comienza a juntar hebras.
Varias hebras se combinan para hacer un hilo. Actualmente, la seda se
cultiva en el Japón, Los seres humanos han utilizado gusanos
de seda desde hace miles de años, pero a diferencia de las abejas,
los gusanos han perdido su capacidad de alimentarse por sí solos
o de escaparse de regreso a la naturaleza. No plantean ningún riesgo
a los hombres. Además de su habilidad especial de producir la seda,
es un animal apacible que lo hace ideal para la investigación.
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