Desde el origen de la humanidad,
las relaciones de los humanos con los animales han tenido siempre un sentido
que ha ido mas allá de la mera relación alimenticia, de
utilidad para el progreso o para las guerras. Los seres humanos y los
animales han desarrollado intercambio En su relación con los animales, el hombre los pone a su servicio y los domestica haciendo uso de sus servicios. Muchos animales pasan de la domesticidad a la familiaridad: es el caso de los perros o los gatos. Desde ese momento el hombre, además de alimentarlos, les da atención médica, higiene, esparcimiento, etc. De ellos obtenemos grandes beneficios
en muchos aspectos. Han contribuido con su fuerza en las labores agrícolas
del granjero, han cuidado el rebaño del pastor, han guardado la
granja, han defendido a sus dueños incluso con la muerte, han servido
para rescatar a personas de los escombros en grandes catástrofes,
nos hemos alimentado con productos que obtenemos de ellos y sin embargo,
muchas veces, también los hemos abandonado. Los animales de granja suelen tener miedo. Cuando uno consigue tranquilizar a un animal, se está tranquilizando también a sí mismo. Un animal se dajará acariciar sólo cuando tiene confianza en su dueño. Es el gran acompañante del hombre, el que lo hace sonreir, el que lo escucha aunque no le hable. Con esta Unidad Didáctica pretendemos concienciar a los alumnos de la importancia que tiene el cuidado de los animales, de sus derechos y sus valores, para no caer en la tentación de abandonar o maltratar a los que fueron en un momento determinado, sus queridas mascotas. |