
Las vacas pertenecen a la familia
de los bovinos. Son animales vertebrados, mamíferos y ungulados.
Son rumiantes, lo que les permiten tragar los alimentos para después
regresarlos a la boca con el fin de masticarlos lentamente. Su estómago
cuenta con cuatro compartimentos gástricos: el rumen, el retículo,
el omaso y el abomaso. Estos compartimentos les permiten digerir productos
que el ser humano no puede consumir, como los forrajes (pastos) y los
subproductos agrícolas (pajas, henos, rastrojos).
Hasta los 3 o 5 meses, las crías
toman leche materna, ya después comienzan a comer lo mismo que
su madre.
Producen entre 5 y 36 litros de leche,
con ésta se hacen quesos, crema, etc., o se llevan a las cuencas
lecheras.
El toro es el macho de esta especie.
Es un mamífero armado de cuernos con una gran corpulencia y peso.
Usualmente es pacífico, aunque en determinadas circunstancias pueden
hacer de él un animal peligroso, especialmente cuando está
aislado. Básicamente son los celos de las vacas, los que hacen
que los machos compitan y se muestren agresivos, pero también situaciones
de cría, el miedo, etc.
El hombre obtiene de la vaca la leche
y la carne. La leche de vaca cruda es un líquido de color blanco
amarillento que ha adquirido gran importancia en la alimentación
humana. Al hablar de leche, se entiende única y exclusivamente
la leche natural de vaca.
La
leche de vaca se consume prácticamente a diario en casi todos los
países del mundo. En la mayoría de las ocasiones se toma
como bebida fría o caliente, sola o acompañada de otros
ingredientes que cambian su particular sabor y color. No obstante, una
gran proporción de la leche de vaca se emplea para la elaboración
de diversos productos lácteos, como yogur, queso, cuajada, nata
y mantequilla. La leche también se emplea en la cocina para la
elaboración de diversos platos. Resulta un ingrediente fundamental
de numerosos purés, sopas y salsas, así como de una gran
diversidad de postres y productos de repostería.
La carne de la vaca es muy apreciada.
El solomillo es la parte más valorada, y también la más
cara. Es un excelente alimento, muy difícil de sustituir. Contiene
una gran cantidad de proteínas, grasas recomendadas en cualquier
régimen dietético y pocos azúcares. Tampoco le faltan
vitaminas y minerales.
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