Ver faraones de Egipto

El Faraón era la figura más importante de la sociedad Egipcia.

La misión del faraón como poder político era la de conducir a su pueblo hacia el más allá. Por eso, debía regir el país conforme a la ley de Maat (diosa de la justicia), cuidando de que sus criados también la cumplieran.

Para ello el faraón contaba con una serie de ministros, escribas, secretarios, etc. El más importante de todos ellos era el visir, una especie de primer ministro que acompañaba al faraón constantemente.

Una vez coronado, el faraón debía manifestar su posición a través de una serie de símbolos externos.

El faraón era la máxima autoridad en el ejército. Desde muy pequeño, el aspirante al trono era entrenado con la espada y con el arco, se le llevaba a cazar leones. En caso de guerra, el faraón no podía quedarse en palacio mientras sus hombres luchaban. Él, como cabeza del reino, debía ser el primero en presentarse en el campo de batalla.

El cargo del faraón implicaba así mismo convertirse en sumo sacerdote del reino. Como tal, debía construir, restaurar y mantener los templos de todo el reino, procurando que se cumplieran los oficios religiosos establecidos.

También tenía que presidir y celebrar ceremonias diversas para solicitar favores de los dioses, para dar gracias...

Al faraón le sucedía su hijo mayor de la mujer principal, pero todos los hijos eran educados de la misma manera. Se les enseñaba sus funciones, la importancia de la construcción de las pirámides para la vida después de la muerte, los deberes de un faraón como los ritos, la caza, el arte de la guerra además de un respeto hacia el pueblo y la justicia, inculcándole que parte de su poder era la felicidad del pueblo.

Muchos fueron los faraones, reyes y reinas que pasaron por la larga historia del Antiguo Egipto. Pero hubo tres personas que marcaron para siempre este imperio: Akenatón, el rey hereje; su esposa Nefertiti, la reina que más poder tuvo. Y por ultimo, el bien conocido por todos Tutankhamón.

Akenatón, el rey hereje
Fue un período breve y brillante en la historia de Egipto, una época de cambios trascendentales, presidida por el faraón Akenatón y su bella esposa Nefertiti.

Durante sus 17 años de reinado se abandonaron los antiguos dioses, se introdujo el monoteísmo y las artes se liberaron de una rigidez sofocante.

Nefertiti, la reina que más poder tuvo
Nefertiti es hoy, sin duda, la reina más conocida del periodo faraónico. Su nombre significa “la bella ha llegado”, su belleza ha sido resaltada en las diferentes esculturas y grabados. Nefertiti fue inmortalizada en templos y monumentos más que cualquier otra reina egipcia.

Tutankhamón
Tutankhamóm se hizo más famoso por las circunstancias en que se vio envuelto, que por lo que pudo hacer en su corta vida y breve reinado. No era más que un niño de diez años cuando fue convertido en esposo de Eneckhes-en-pa-Aton, hija menor del faraón Amenofis IV y de su esposa Nefertit.