La existencia de Roma
data del año 753 a de C., aunque se sabe que la ciudad se encontraba
habitada desde unos 500 años antes por un grupo de campesinos.
Según la leyenda fue fundada por Rómulo
y Remo,
dos hermanos que eran hijos de Silvia, una sacerdotisa hija del rey Numitor.
Se supone que el dios Marte raptó a Sylvia dejándola embarazada
de los dos hermanos y Numitor, irritado, se deshizo de Rómulo y
Remo abandonándolos en una canasta en el río Tíber.
Una loba les dio de amamantar, hasta que un pastor los descubrió
y los adoptó como hijos propios. A esta leyenda se debe el hecho
de que el dios de Roma fuera Marte y que se simbolizada por un lobo. Los
dos hermanos se criaron como La ciudad de Roma estaba amurallada y tenía una importancia singular el espacio central de ella. En este lugar se localizaba el foro, con un aspecto monumental acorde con las múltiples actividades que en su seno se desarrollaban y en el que cada edificio respondía a una función precisa . En el foro habían columna y arcos que se levantaban para conmemorar alguna victoria de los emperadores en las batallas. El templo romano poseía una personalidad propia. Predominaban las plantas rectangulares dotadas de un vestíbulo de acceso, con un pórtico precedido por una escalera, que daba paso a la sala principal en la que se alojaba la divinidad. Se construyeron templos a Venus, Júpiter, Hércules y otros dioses Conocida la afición de los
romanos por los baños públicos no es de extrañar
que las termas
Otro grupo importante estaba representado por los edificios para espectáculos: teatros, anfiteatros y circos en los que la sociedad romana invertía una buena parte de su tiempo de ocio viendo luchar a los gladiadores o las carreras de caballos. En las afueras de la ciudad existían las catacumbas, pasillos subterraneos donde se enterraban a los muertos y que servían de refugio para los cristianos que se sentían perseguido por el ejército romano. Este esquema básico quedaría completado con las construcciones destinadas a viviendas de carácter privado que solían agruparse en manzanas más o menos regulares y cuyas plantas se ajustaban en mayor o menor medida al modelo de casa romana de atrio o patio central, rodeado por las principales estancias que se disponen a su alrededor.
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