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ESCRITORES ANAGRAMISTAS

Un anagrama es una palabra o frase obtenida mediante la transposición de las letras de otra palabra o frase, por ejemplo un anagrama de la palabra «letras» sería «lastre» y el anagrama de «frase» sería «fresa».
Muchos escritores han utilizado los anagramas para encubrir su nombre bajo un pseudónimo anagramático o para ocultar algunos personajes de sus obras.


Garcilaso de la Vega (1501-1536) llamó «Elisa» a su amada Isabel Freyre.


François Rabelais (1494-1553) firmó con el pseudónimo de «Alcofribas Nasier», sus obras «Pantagruel» (1532) y «La vida inestimable del gran Gargantúa» (1534).


Lope de Vega Carpio (1562-1635) firmó sus «Soliloquios amorosos de un alma a Dios» (1612) con el anagrama «Graviel Padecopeo».
Así Lope escribe en la «Égloga a Claudio»: «Y en néctar soberano / bañado, disfracé con anagrama / los Soliloquios de mi ardiente llama.»


También Lope de Vega empleó los anagramas para ocultar a sus amadas:
- «Belisa» era Isabel de Urbina, su primera esposa .
- A Micaela de Luján, con la que tuvo cinco hijos, la llamó «Camila Lucinda» o «Celia».
- Al último gran amor de su vida, Marta de Nevares, la llamaba «Amarilis» y «Marcia Leonarda»


Voltaire (París, 1694-1778) es el seudónimo anagramático de François Marie Arouet, obtenido de Arouet L. J. (Arouet le jeune) cambiando las letras J y U por sus originarias latinas I y V.


Vicente Rocafuerte Bejarano (1783-1847) presidente de Ecuador desde 1835 a 1839, utilizó en algunos de sus escritos los pseudónimos «Teracrouet» (anagrama de Rocafuerte) y «Noraajeb» (anagrama de Bejarano).



Juan Nepomuceno Mier y Altamirano (1790–¿?) abogado, juez, político y poeta mexicano firmó algunos de sus poemas y escritos con el anagrama «Maromani Altieri» (anagrama de Mier y Altamirano).


Agustín María Acevedo Rodríguez (1806-1874), médico y escritor publicó sus novela «Una temporada en el más bello de los planetas» con el anagrama de «Tirso Aguimana de Veca» ( anagrama de Agustín María Acevedo).


José Milla y Vidaurre (1822-1882), escritor guatemalteco, firmó alguno de sus libros con el anagrama «Salomé Jil» (anagrama de José Milla ).


Rubén Darío (1867-1916) utilizó dos pseudónimos anagramáticos «Bruno Erdía» y «Bernardo I. U.» en sus primeros versos («Naturaleza», «Al Mar», «A Víctor Hugo», «Clases», «Una Lágrima», «Desengaño», «A...», «El Poeta» y «A Ti») publicados en 1880.

Arturo Caddevilla escribió un ensayo sobre Rubén Darío que tituló «Un Bardo Rei».


Arrigo Boito (Padua, 1842-Milán, 1918) poeta, narrador y compositor italiano, conocido sobre todo por sus libretos y su ópera Mefistófeles, basada en el Fausto de Goethe, firmó con el pseudónimo anagramático «Tobia Gorri» el libreto «La Gioconda» para Amilcare Ponchielli.


El escritor mexicano del Siglo XIX, Juan María Lacunza, fundador de «la Arcadia» de México, firmaba con los pseudónimos de «Juana Mira Can-Azul», «Zanluca» y «Aznucal».


Alexander Graham Bell (1847-1922), inventor del teléfono, escribió numerosos artículos para la revista National Geographic con el pseudónimo anagramático «H.A. Largelamb» (anagrama de A. Graham Bell).



El escritor gallego Bernardo Rodríguez Ribeira (1853-1924), afincado en Argentina, firmó muchos de sus escritos con pseudónimos anagramáticos como «Ruez Grido» (anagrama de Rodríguez) y «Barón de Dorregúriz» (anagrama de Bernardo Rodríguez).


Tomás Carrasquilla (1858-1940) firmó con el pseudónimo «Carlos Malaquita» su primer cuento titulado «Simón el Mago», publicado en 1890.


La escritora Blanca de los Ríos (1862-1956) firmaba como «Carolina del Boss».


En la obra de de Paul Verlaine «Los poetas malditos», publicada en 1888, se honra a seis poetas: Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L'Isle-Adam y Pauvre Lelian. El nombre de este último es un anagrama de Paul Verlaine.


«Ramón Sijé» es el pseudónimo anagramático de José Marín, amigo y mentor de Miguel Hernández (1910-1942) al que el poeta dedicara su composición «Elegía» (1935).


Raimundo de los Reyes (1896-1964), colaboró como redactor en el diario «La Verdad», donde creó una sección titulada «Apostillas» que firmaba con el pseudónimo anagramático de «Luís Romera de Neydos».


Nicanor Parra dedicó a Pablo Neruda (1904-1973), Premio Nóbel de Literatura, el anagrama: «Nóbel para Ud», a García Lorca (1898-1936), «Gracia Loca» y a su hermana Violeta Parra (1917-1967), «Ave porta lira». (Aportación de Homero).


Homero es el autor de los siguientes anagramas de escritores dedicados a Miguel de Cervantes «Dícese vulgarmente», Nicanor Parra «Narrar no pica» y Gabriela Mistral «Abriga mil letras».


El nombre real de la escritora «Marguerite Yourcenar» (1903-1987) es Marguerite de Crayencour.


En la novela «Lolita» de Vladimir Nabokov, publicada en 1958 y llevada al cine en versiones de Stanley Kubrik (1962 ) y Adrian Lyne (1997) el nombre del personaje «Vivian Darkbloom» es un anagrama de Vladimir Nabokov.


El escritor francés de origen ruso, Vladimir Volkoff (París, 1932-Perigord, 2005) firmó su novela «El traidor», con el pseudónimo anagramático de «Lavr Divomlikoff».


Otto-Raúl González (Guatemala, 1921-México, 2007) dedicó anagramas a Gabriela Mistral («lágrimas liberta») y Alfonsina Storni («ni sonata sin flor»). Aportación de Carlos García, Argentina.


El nombre de Nélida Piñon (1937) escritora brasileña es un anagrama del nombre de su abuelo, Daniel.


El verdadero nombre de Lord Voldemort, personaje de ficción creado por la escritora J. K. Rowling para la saga de libros de Harry Potter, es «Tom Sorvolo Ryddle», anagrama de «Soy Lord Voldemort» (Tom Marvolo Riddle/ I am Lord Voldemort en la versión en inglés).


Tanto el título de la novela «Help a él» como el personaje «Vera Ortiz Beti» del escritor argentino Rodolfo Enrique Fogwill (Buenos Aires, 1941-2010) son anagramas de «El Aleph» y el personaje «Beatriz Viterbo» de Borges.

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