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Cada vez que vamos de
compras damos por sentado que el dependiente nos dará
una bolsa de plástico para llevar las compras. Pero,
¿necesitamos realmente los millones de bolsas que usamos
cada año?
¿PLÁSTICO, PAPEL O
TELA?
En general las bolsas de
plástico son más resistentes que las de papel pero no
son biodegradables. Aunque algunas bolsas de plástico
indiquen que son biodegradables, nunca desaparecen por
completo: se desintegran en trozos pequeños y además
todo el plástico procede del petróleo, un recurso no
renovable.
Las bolsas de plástico
frecuentemente terminan en el mar matando animales
marinos que las tragan o que se enredan con ellas.
La tinta que emplean en
las bolsas de plástico contiene cadmio, un metal muy
tóxico. Cuando las bolsas se queman este metal pasa a la
atmósfera.
Las bolsas de papel son
reutilizables y biodegradables, pero no son baratas
ecológicamente. Por ejemplo, las fabrican siempre con
papel nuevo, nunca reciclado: porque los fabricantes
dicen que solo las fibras de la pasta virgen soportan
cargas pesadas. No en vano en las bolsas comerciales
puede leerse a veces escrito la palabra reciclables,
pero nunca recicladas.
Hay bolsas que son
fotodegradables y que pueden destruirse por la acción de
la luz sin efectos contaminantes, más allá de los
visuales.
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