Basándonos
en la importantísima relación existente entre el
lenguaje y el pensamiento, doblemente generadora de
palabras e ideas, debemos buscar el fomento de todo
cuanto lleve al niño-a al ejercicio mental. A este respecto, una de las
actividades que causan en los niños-as mayor
satisfacción es el propio ejercicio de la adivinanza.
Los versos rimados constituyen un medio muy adecuado para
hacer trabajar mentalmente al alumno-a. En el amplio
campo de los acertijos, las breves adivinanzas rimadas,
trazadas con versos populares, fácilmente pegadizos se
nos ofrecen desde los primeros años de la vida escolar
como un medio didáctico muy interesante. La familiaridad
con la creación y el aprendizaje directo y activo
mediante la investigación del enigma que encierran,
aconsejan su utilización con los alumnos-as que
transitan el último tramo de la Educación Infantil y
los que cursan los dos primeros ciclos de Educación
Primaria. (Aunque también les puede resultar divertido a
los del último ciclo de Educación Primaria ) .
La gama de
contenidos que presenta es tan amplia como la del
currículo del niño-a. Desde la adivinanza de objetos
puramente lúdicos
- "Una figura sin pies
- cosía , andaba y saltaba;
- andaba de mano en mano
- y nunca estaba parada" (Solución)

hasta la de las
vocales como complemento didáctico importante en el
aprendizaje de las letras:
" En el mar y no me mojo
" (Solución) 
" Soy un palito muy
derechito " (Solución)
o los
protagonistas por el reino animal
- "En alto vive
- en alto mora
- en alto teje
- la tejedora" (Solución)
Las adivinanzas se
nos presentan siempre bajo el ropaje misterioso del verso
para que los pequeños, como consecuencia de su capacidad
de asociación , puedan mostrar su fluencia mental .
Lo cierto es que
este tipo de actividad permite el juego con el lenguaje ,
pone en marcha las ideas por medio de la vertiente
enigmática y conecta de modo absolutamente sencillo con
la poesía.
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