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Poemas Narrados

     
El carácter narrativo se nos ofrece como el modo de discurso poético que, junto a la forma dialogada, mejor activa el interés de los niños-as ya que para ellos-as se identifica esta forma con el cuento que es la forma narrativa más cercana a ellos.

Cuando la composición en verso da cuenta de los hechos que envuelven a determinados personajes, por pequeños e insignificantes que sean, el niño-a entra fácilmente en el mundo de la imaginación. El atractivo argumental será siempre un seguro en la relación que pretendamos establecer entre el alumno-a y la poesía. El poema narrativo representa al fin y al cabo la continuación de la gran madeja de historias y cuentos que los adultos han ido tejiendo con el niño-a desde que éste despertó capacidad suficiente de escucha. Ahora los pequeños textos pueden ofrecer breves secuencias de la vida que tracen, con sus típicos imperfectos narrativos, las actividades o tareas propias de un personaje.

     
EJEMPLOS:
     
     
(Se leerán a continuación dándoles la entonación adecuada)
     
Breves historias nos sirven, de este modo, con argumentos bien simples para dar fe didácticamente de formas de vida que aunque alejadas en el tiempo y en el espacio, pueden, sin embargo, ser recreadas por los niños con su recitación.

"Hemos de fomentar, también, entre los niños-as la tarea de la memorización de argumentos más dilatados, que tuvieron sus precedentes más fáciles en las canciones infantiles y los villancicos. Textos entresacados del folklore infantil, atados a la musicalidad propia de las canciones populares, constituyen un buen paso didáctico en el camino hacia los poemas narrativos" (Fernando E. Gómez Martín en Didáctica de la Poesía en Ed. infantil y Primaria).